-Si mamá, ya voy, solo permiteme termimar con lo que estoy haciendo...-
Nunca más vovlí a ver a mi madre como la ví aquel día, con el cabello suelto, al aire, libre como su espiritu; con sus rizos hermosos, rubios, eternos; con un resplandor en su rostro, una luz celeste que iluminaba todo su entorno, a izquierda y derecha, todo brillaba con su luz; su cuerpo era como el de una sirena, hermoso como el de ninguna mujer sobre la faz de la tierra, ni antes ni despues de ella.
Me miró, y en sus ojos me ví, era niño, infante, con mis primeros sentimientos aflojando, aflorando de mi corazon de niño, de mi amor de niño, de mis latidos de niño... todo era un niño aun, mis ojos que ví en ella eran ojos sin pecado, sin malicia, buenos como ella sospechaba de mi; mis labios eran sin maldiciones, sin mentiras...
Me tomo en sus brazos y no me dejó terminar mi labor, labor de niño, labor sin futuro perdurable en el tiempo en que me gloriare, trabajo de pequeños, de infantes, de bebes; me sentí tan bulerable en mi sitio hasta que ella vino y me hizo hacia ella, allí me sentí grande, me sentí capaz de todo, me sentí poderozo, me senti facultado a enfrentar el mundo, pero en sus brazos, con ella siempre protegiendome hiba a ser como si nunca hubiera hecho nada por mi mismo, como si aun estubiese en su regazo.
Dejó mi pasatiempo en su lugar en el pasado, y ahora en sus brazos, me pocicionó en donde devería estar, en su ceno, en una cuna de pienes, de carne, de suavidad, de seguridad, de leche, de cariño, de amor eterno de madre, de piedad, de consejo, de sabiduria aveces mal entendida por mi, de esperanzas para el futuro; pero solo ahora es cuando me doy cuenta de que el futuro es mas incierto de lo que creo, de que en el futuro no tendré esta seguridad que me proporciona el amor, cualquier amor, que andaré bagando por ahi en buca de un amor para mi amor, pero que no lo encontrare facilmente, entonces me desespero, y me pierdo en mi lamento, pero conosco la salida, mas no la tomo, porque implica una herida a mi orgullo más grande de lo que yo creía... el perdón no me lo meresco, porque no me di cuenta cuano crecí, y cuando deje de ver a mi madre como la veia antes, y mi amor, que antes era de ella, ahora es de nadie, porque no lo meresco ni yo.
Se que me molesta el no decir la verdad, como podria decirla: adornada, linda, suave, libre como fue, y seguira siendo la más hermosa mujer del mundo: mi madre.
Esto es solo una parte de mi vida, la que quise hacer publica como el resto de ella, para que los amantes de la poesia se gozen de esta. Espero que les agrade, y aganme ganar plata con los anuncios de google! xD Dejen un comentario de critica constructiva. Gracias.
jueves, 15 de enero de 2009
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